Cómo asegurarte de que tu vehículo cumple con las condiciones óptimas para circular

Asegurarse de que tu coche cumpla con las condiciones óptimas para circular es esencial para garantizar tu seguridad y la de los demás en la carretera. Además, un vehículo en buen estado también es más eficiente y reduce el riesgo de averías costosas.

La Estrategia Española de Seguridad Vial 2030 identifica a los vehículos seguros y conectados como un área estratégica para reducir la siniestralidad vial. De hecho, la antigüedad del vehículo está estrechamente relacionada con su nivel de seguridad. Se ha observado que el riesgo de fallecer o resultar herido grave se incrementa a medida que aumenta la antigüedad del vehículo.

Según los datos recopilados, los accidentes ocurridos con vehículos de 10 a 15 años de antigüedad presentan un riesgo de fallecimiento o lesiones graves multiplicado por dos en comparación con los accidentes que involucran vehículos de menos de 5 años de antigüedad. Esto evidencia la importancia de tener en cuenta la edad y el estado del vehículo al circular por las carreteras.

La antigüedad del coche influye en su seguridad

Una de las principales razones por las cuales la antigüedad del vehículo influye en su nivel de seguridad se debe a los avances tecnológicos y las mejoras en los sistemas de seguridad que se han implementado en los últimos años. Los vehículos más nuevos suelen estar equipados con sistemas de asistencia a la conducción, como frenado automático de emergencia, control de crucero adaptativo, alerta de cambio de carril y sistemas avanzados de airbag, entre otros. Estas características contribuyen a evitar o mitigar los impactos en caso de colisión, reduciendo así el riesgo de lesiones graves o fatales.

Además, la antigüedad de un vehículo también está relacionada con el estado general de sus componentes mecánicos. Con el paso del tiempo, los neumáticos se desgastan, los frenos pueden deteriorarse y otros sistemas pueden sufrir un desgaste natural. Estos factores pueden comprometer la capacidad de respuesta y la eficacia del vehículo en situaciones de emergencia o en condiciones adversas de la carretera.

Según datos recientes, la antigüedad de los vehículos en circulación varía según el tipo de vehículo. En el caso de los tractores industriales, la antigüedad promedio es de aproximadamente 9 años, mientras que los camiones de más de 3.500 kg tienen una antigüedad media de 14,2 años. En particular, los turismos representan alrededor del 70% del total de vehículos en circulación. Según las estadísticas, la antigüedad media de los turismos se sitúa en torno a los 11,5 años. Esto significa que una gran parte de los coches en las carreteras tienen más de una década de antigüedad.

Para controlar el buen estado de los vehículos que circulan, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, así como las policías locales y autonómicas, llevan a cabo campañas de control y vigilancia con el objetivo de reducir los comportamientos y actitudes que implican un abandono de dichas condiciones.

Cómo asegurarte de que tu vehículo cumple con las condiciones óptimas para circular.

¿Qué revisar para mantener el coche en condiciones óptimas?

El mantenimiento adecuado de todos los elementos de seguridad del vehículo es fundamental para combatir la siniestralidad vial. Es importante prestar una especial atención al mantenimiento y puesta a punto de estos elementos, ya que desempeñan un papel crucial en la seguridad de todos los ocupantes del vehículo y de los demás usuarios de la vía.

  • Suspensión: Aunque su deterioro puede ser imperceptible, la estabilidad y la capacidad de frenado dependen de ella.
  • Neumáticos: Verificar la profundidad del dibujo (debe ser de al menos 1,6 mm), la presencia de deformaciones, desgaste irregular y la presión adecuada (en frío).
  • Dirección: Realizar una inspección en busca de holguras, ruidos, vibraciones, resistencia anormal al girar o desgaste irregular en los neumáticos.
  • Frenos: Controlar las pastillas, discos y el nivel del líquido de frenos.
  • Luces: Revisar tanto los intermitentes como las luces del vehículo, deben estar en perfecto estado y correctamente ajustadas. Su función no solo es permitir la visibilidad, sino también asegurarse de que usted sea visible para los demás.
  • Lunas y limpiaparabrisas: Revisar el estado de los cristales y las escobillas del limpiaparabrisas. Asegurarse de que el parabrisas no tenga daños, ya que es una pieza fundamental para la resistencia estructural del vehículo, la eficacia del airbag y como soporte de cámaras y sensores de dispositivos de asistencia a la conducción.
  • Batería: Prestar atención a las dificultades para arrancar el vehículo o si ven los bornes sulfatados. La batería es responsable de suministrar energía a todos los componentes eléctricos del vehículo.
  • Niveles y filtros: Revisar el nivel del líquido de frenos, el limpiaparabrisas, el aceite, así como la tensión de las correas y el estado de los filtros de aceite, aire y polen.
  • Inyección: Si existe un aumento en el consumo de combustible, tirones al arrancar o durante la marcha, es recomendable revisar el sistema de inyección (carburación en coches antiguos).
  • Aire acondicionado: Si el sistema de aire acondicionado se enfría insuficientemente o se escuchan ruidos al encenderlo, es recomendable revisarlo. Además de proporcionar comodidad, un sistema de aire acondicionado eficiente reduce la fatiga, lo que a su vez contribuye a la seguridad en la conducción.
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