Cómo son y dónde están los nuevos radares de obra de la DGT

nuevos radares de obra

Cada año, en las carreteras de España, se despliegan más de 10.000 obras viales, con el propósito de mejorar la infraestructura y garantizar un tránsito seguro para los conductores. Sin embargo, estas obras también generan una serie de desafíos en términos de seguridad vial. 

La Dirección General de Tráfico (DGT) estima que estas obras ocasionan más de 100.000 incidentes de gestión de la circulación, como cortes de carretera, estrechamiento de carriles y desvíos temporales, que deben ser señalizados de manera adecuada. A pesar de los esfuerzos, estos tramos de obra continúan siendo escenarios peligrosos.

El Registro Nacional de Víctimas de Accidentes de Tráfico arroja cifras alarmantes. Durante el año 2021, se registraron 158 siniestros relacionados con obras de mantenimiento y conservación en las carreteras españolas. Entre estos incidentes, 17 involucraron a trabajadores que se encontraban laborando en las inmediaciones de la calzada, y lamentablemente, dos de ellos perdieron la vida. Esta problemática pone de manifiesto la necesidad de abordar los riesgos asociados a las zonas de obras de manera efectiva.

Las señalizaciones temporales y su desafío

Uno de los mayores obstáculos en las zonas de obras es la falta de respeto de los conductores hacia las señalizaciones temporales. Las placas con bordes rojos y fondo amarillo, que son igual de imperativas que las señales fijas con fondo blanco, a menudo son ignoradas. 

La DGT confirmó recientemente este problema, señalando que los automovilistas frecuentemente pasan por alto las restricciones temporales establecidas. Durante una semana de control en octubre, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil sancionó a casi 5.000 conductores de un total de 140.711 vehículos inspeccionados.

El exceso de velocidad es una de las principales causas de sanción en las zonas de obras. Sorprendentemente, el 73% de los conductores multados en tramos de obras habían superado los límites de velocidad establecidos. Las multas por este motivo oscilan entre los 100 y 600 euros, además de la pérdida de hasta seis puntos en el carnet de conducir. Esta actitud no solo pone en riesgo la vida de los conductores, sino también la de los trabajadores de las obras y de otros usuarios de la vía.

Los radares de obras: Un mito o realidad

Aunque se ha difundido ampliamente la existencia de “radares de obras”, la DGT niega que estos radares sean reales. Según los datos proporcionados por la DGT, el organismo dispone de 545 dispositivos móviles de control de velocidad que pueden ser colocados en cualquier ubicación sin necesidad de señalización previa. 

Aunque estas ubicaciones pueden incluir zonas de obras, esto no convierte a los dispositivos en radares de obra. No obstante, se espera que este año los dispositivos de control sean más comunes en tramos de obras, de acuerdo con la instrucción de la DGT dirigida a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil para el año 2023, donde se incluye un epígrafe dedicado a las zonas de mantenimiento.

La seguridad vial en zonas de obras es una responsabilidad compartida entre las autoridades de tráfico, los trabajadores de las obras y los conductores. La DGT hace un llamado a las empresas de conservación para que coloquen avisadores de velocidad en los tramos de obras, con el fin de informar a los conductores sobre los límites específicos de velocidad. Sin embargo, es esencial que los conductores también asuman su parte de responsabilidad, respetando las señalizaciones temporales, las indicaciones de los trabajadores y los límites de velocidad establecidos.

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