Un gran porcentaje de los conductores españoles tiene problemas de vista, función que es esencial al momento de conducir. Es por ello que la Dirección General de Tráfico (DGT) comparte algunas recomendaciones que son indispensables de tener en cuenta al momento de coger el volante.
Según estudios recientes, en España, el 80% de los conductores tienen problemas de vista. Los principales trastornos son la miopía (39%), el astigmatismo (39%), la presbicia (42%) y la hipermetropía (18%). Teniendo en cuenta la relevancia de la vista en la conducción es imprescindible que los conductores que tienen estos trastornos sean responsables y tomen medidas de precaución para evitar posibles riesgos en la conducción.
Para lograr conducir de forma segura, la DGT ofrece una serie de recomendaciones a los conductores que sufren problemas de vista. A continuación detallamos los consejos a seguir.
Lo más importante es llevar gafas o lentes de contacto que se correspondan a la problemática visual que sufre el conductor. Aunque hay personas que cuentan con problemas visuales que son leves, de igual forma se aconseja utilizar las gafas para contar con una visión adecuada, de esta forma, se evita la fatiga ocular que puede resultar de esforzar la vista.
Si el conductor necesita utilizar gafas para ver de cerca, la DGT recomienda usar unas gafas progresivas para poder observar mejor la información que se recibe a través del tablero del coche.
Si el conductor no distingue bien las señales, o no calcula bien la profundidad, la DGT recomienda que evite la conducción nocturna.
Si hay condiciones climatológicas adversas como lluvia, nieve o niebla también se desaconseja la conducción. Para evitar encontrarse con sorpresas durante algún trayecto es ideal planificar los viajes informándose sobre las condiciones meteorológicas.
Si el conductor toma algún tipo de fármaco que afecta su visión, se desaconseja conducir de noche ya que bajo esas circunstancias se pierde la capacidad de visión y la agudeza visual. Es importante seguir los consejos que indican los profesionales de la salud.
Si el conductor acude al oftalmólogo y en la consulta el profesional le dilata la pupila para realizar una prueba, hay que evitar conducir mientras dure el efecto de la medicación.
Se recomienda evitar la conducción por rutas desconocidas y circular prioritariamente por recorridos que ya se conocen. A su vez, es recomendable transitar por calles poco concurridas para disminuir el estrés y los riesgos.
Si el conductor tiene problemas de visión lo ideal es reducir la velocidad, ya que conducir a mayor velocidad reduce significativamente el campo de visión.
El consumo de alcohol afecta la capacidad de reacción de todos los conductores, pero si se sufren problemas en la vista, los riesgos de conducir luego de consumir alcohol son mayores.
Especialmente en la conducción nocturna es cuando se agravan más las consecuencias y los riesgos, ya que no solo se ven afectadas las aptitudes psicomotoras, el grado de atención y el tiempo de respuesta, sino que también altera la calidad de la visión. A mayor concentración de alcohol en el cuerpo, menor es la capacidad visual de discriminacion y de recepción de estímulos visuales periféricos.
La función de la vista es fundamental en cualquier actividad cotidiana, pero en la conducción cobra especial relevancia ya que es la encargada de recibir más del 80% de la información que proviene del exterior.
Si en el permiso de conducción se indica llevar gafas o lentes de contacto y no son utilizadas, es posible ser sancionado con una multa de hasta 200 euros. Lo ideal es respetar las indicaciones médicas y seguir los consejos ofrecidos DGT, de esta forma se garantiza un mayor cuidado y seguridad en la conducción.
