A pesar de las restricciones de velocidad, y de las multas que conlleva no respetarlas, una gran cantidad de conductores circulan a velocidades superiores a las permitidas. Esto implica consecuencias graves para las personas que van en el vehículo y también para los demás usuarios de las carreteras y vías. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), uno de cada cinco siniestros viales con víctimas, se pueden relacionar directamente con circular a una velocidad inadecuada.
La velocidad sigue siendo uno de los principales factores implicados en los siniestros viales en España. Está demostrado que a mayor velocidad, mayor es el riesgo de sufrir lesiones muy graves en accidentes de tráfico. Es por ello que resulta imprescindible cumplir con los límites de velocidad establecidos por las autoridades de tráfico.
La DGT detalla las cinco razones por las que es obligatorio respetar los límites de velocidad.
1- Un aumento del 5% en la velocidad provoca aproximadamente un incremento del 10% en los accidentes que causan traumatismos y un aumento de las víctimas mortales en un 20%.
2- A partir de los 80 kilómetros por hora es prácticamente imposible que un peatón viva luego de un atropello. A una velocidad de 30 kilómetros por hora, el riesgo de muerte de un peatón se reduce a 10%.
3- Llevar una velocidad adecuada puede evitar una cuarta parte de las muertes por accidentes de tráfico.
4- Cuando se circula a 120 kilómetros por hora, se necesita una distancia superior a un campo de fútbol para detener el coche que se conduce. Esta distancia depende de las condiciones del coche y de las aptitudes psicofísicas del conductor.
5- El exceso de velocidad también tiene una influencia negativa sobre el medio ambiente, la calidad de vida, el consumo de combustible y la cantidad de emisiones.
Para ilustrar de manera gráfica los efectos de chocar con el coche a una determinada velocidad, la DGT elaboró una comparativa con la caída desde edificios de determinada altura. Por ejemplo, conducir a 129 km/h y chocar equivale a caer desde 76 metros de altura.
Para respetar los límites de velocidad es necesario conocer los límites estipulados por la normativa. En España, la velocidad máxima permitida en autovía son 120 km/h. En carreteras convencionales, dicha velocidad se redujo a 90 km/h. En las vías urbanas con un único carril, el límite de velocidad es de 30 km/h. En vías de dos o más carriles por sentido, es de 50 Km/h.
Los conductores que incumplan las velocidad establecida en el Reglamento General de Circulación, pueden ser sancionados con multas de 100 a 600 euros y la pérdida de entre 2 y 6 puntos del carnet de conducir, dependiendo del exceso de velocidad.
En los casos en los que la velocidad es ampliamente superada, el código penal lo tipifica como delito y conlleva pena de prisión de tres a seis meses o trabajos en beneficio de la comunidad de hasta 3 meses. En estos casos, se priva del derecho a conducir vehículos por un tiempo superior a un año, y dependiendo de la gravedad, pueden llegar a ser cuatro años.
Los límites de velocidad no son los mismos en toda Europa, varían según cual sea el país. Es por ello que si se viaja por fuera de España, es importante informarse sobre las normas de circulación para evitar accidentes y multas. La web de la Comisión Europea permite consultar todos los límites de velocidad por países.
