La Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado una nueva campaña específica de vigilancia en las carreteras cuyo propósito es concienciar sobre los peligros asociados a la conducción distraída.
Las estadísticas del año 2022 subrayan que las distracciones estuvieron implicadas en uno de cada tres accidentes de tráfico. Esta campaña se llevará a cabo hasta el 15 de octubre, en colaboración con la asociación de policías de tráfico RoadPol, que promueve acciones similares en toda Europa.
La distracción al volante abarca una amplia gama de comportamientos, desde comer mientras se conduce hasta encender un cigarrillo o, lo que es más común, el uso del teléfono móvil. Durante esta campaña de concienciación, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y las Policías municipales estarán en las carreteras para identificar y sancionar a aquellos conductores que se dediquen a actividades que los alejen de la conducción responsable.
Sin embargo, esta vez, los agentes no estarán solos en su labor de concienciación. La Federación Nacional ASPAYM se ha unido a la DGT en esta iniciativa. Esta colaboración es esencial, ya que ASPAYM aporta un enfoque único al proyecto, utilizando la voz y las experiencias de personas con lesiones medulares para ilustrar las consecuencias devastadoras de las distracciones al volante.
El lema de la campaña de sensibilización de ASPAYM, “No corras, no bebas, no cambies de ruedas”, se centra en los testimonios personales como elemento central. A lo largo de los años, se ha demostrado que esta estrategia es eficaz para complementar las campañas de concienciación.
En 2023, la Federación ASPAYM está poniendo un énfasis especial en las distracciones originadas por el cansancio al volante. El cansancio puede deberse a diversas causas, como la falta de sueño, una comida copiosa antes de conducir, la mala ventilación del vehículo o el consumo de drogas o alcohol.
La presidenta de ASPAYM, Mayte Gallego, destaca la importancia de descansar adecuadamente antes de ponerse al volante y estar alerta ante las señales de fatiga. En trayectos largos, es fundamental detenerse para reponer fuerzas y no bajar la guardia en ningún momento.
Las distracciones en la carretera son un punto crucial del proyecto Baseline, el programa europeo de seguridad vial en el que España colabora junto a otros Estados de la Unión Europea. Este proyecto ha confirmado que el uso del teléfono móvil es uno de los principales obstáculos para la seguridad vial. Los resultados de Baseline coinciden con los datos de accidentes de tráfico que indican que las distracciones son el principal factor concurrente en los accidentes mortales.
El director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, Álvaro Gómez, comenta que las observaciones directas demuestran que aproximadamente el 10% de los conductores españoles utilizan dispositivos móviles mientras conducen. Este hecho es un claro indicador de que existe un alto potencial para reducir la siniestralidad si se evita el uso del teléfono móvil al volante.
Consciente de la gravedad de esta situación, en marzo de 2022, España implementó una reforma en la ley de tráfico que aumentó de tres a seis los puntos que se restan por conducir sujetando con la mano dispositivos de telefonía móvil. Esta medida busca disuadir a los conductores de utilizar sus teléfonos mientras están al volante y, al mismo tiempo, concienciarlos sobre los peligros de hacerlo.
El problema de las distracciones al volante no es exclusivo de España, es un desafío que enfrentan numerosos países en toda Europa y el mundo. En ese sentido, la Unión Europea se ha fijado un ambicioso objetivo: reducir a la mitad las muertes y heridos graves en la carretera antes del año 2030. Para lograrlo, es esencial abordar factores comunes en la siniestralidad, como las distracciones, la velocidad excesiva y el consumo de alcohol y drogas al volante.
