Nuevos radares de peso, ¿Qué son y cómo funcionan?

Nuevos radares de peso

La preocupación por el aumento de peso en los automóviles y los problemas asociados a los camiones industriales sobrecargados ha llevado al desarrollo de una nueva solución: los radares de peso. Estos dispositivos se están desplegando en diversas ciudades para garantizar un tráfico más seguro y un cumplimiento estricto de los límites de carga.

En un mundo donde la movilidad es esencial, la tecnología no se detiene en su búsqueda de garantizar la seguridad vial y el cumplimiento de las regulaciones. En este sentido, las ciudades están adoptando medidas innovadoras para controlar uno de los aspectos más críticos en la carretera: el peso de los vehículos.

Ciudades en alerta

En los últimos años, la tendencia de los vehículos a volverse más pesados ha preocupado a las autoridades de tránsito en todo el mundo. No solo los automóviles particulares han experimentado un incremento en su peso debido a la introducción de nuevas tecnologías y características de seguridad, sino que también los vehículos industriales, como camiones y furgonetas, han estado circulando con sobrecarga en muchas áreas urbanas. Este problema no solo afecta la integridad de las carreteras y puentes, sino que también aumenta los riesgos de accidentes y la emisión de contaminantes.

Los radares de peso en acción

La ciudad de Nueva York ha dado un paso adelante en el control del peso vehicular al implementar el programa ‘BQE Weigh-In-Motion‘. Este programa emplea radares de peso instalados en la Autopista Brooklyn-Queens (BQE) para monitorear el peso de los camiones que circulan por la vía. Estos dispositivos cuentan con cámaras de reconocimiento de matrículas y sensores que miden el peso bruto del vehículo, así como los pesos individuales por eje en cada trayecto.

Una de las características más ingeniosas de estos radares de peso es que permiten llevar a cabo un control efectivo sin necesidad de detener cada vehículo en una báscula tradicional. Esto agiliza el flujo de tráfico y mejora la eficiencia en las carreteras. Aquellos conductores que excedan los límites de peso establecidos en Nueva York enfrentarán sanciones, y las multas reflejarán las cifras de sobrepeso detectadas. Inicialmente, durante los primeros 90 días, se otorgarán advertencias a los conductores infractores, y a partir de entonces se impondrán multas reales de 650 dólares.

Actualmente, los radares de peso están operando en la sección de la Autopista Brooklyn-Queens que presenta el mayor desgaste debido al tráfico pesado. Esta área, que pasa por debajo del Brooklyn Heights Promenade, ha estado sometida a una tensión significativa durante años. La implementación de radares de peso en esta sección crítica busca abordar de manera prioritaria el problema de los vehículos sobrecargados. Se espera que la instalación de dispositivos en el resto de la vía se complete a finales del año.

Desafíos de la evolución vehicular

El aumento en el peso de los vehículos es un fenómeno que no se limita a los camiones industriales. Los automóviles particulares también han experimentado un crecimiento en su masa debido a diversos factores. A lo largo de las décadas, los automóviles han ido incorporando sistemas de seguridad avanzados y equipos adicionales, lo que ha resultado en una estructura más robusta y resistente, pero también en un mayor peso total.

Nuevos radares de peso

En 1990, el promedio de peso de los automóviles de turismo se situaba en 1.020 kilogramos; sin embargo, al avanzar dos décadas hasta el año 2010, esta cifra se elevó significativamente a 1.380 kilogramos.

Además, el auge de los SUV ha contribuido significativamente a este incremento en el peso. Los SUV, debido a su mayor tamaño y peso, consumen más combustible y emiten más gases contaminantes en comparación con vehículos más ligeros y eficientes.

Varios países europeos, incluido Francia, han tomado medidas para desincentivar la compra y el uso de vehículos de gran peso. Francia, por ejemplo, ha implementado un impuesto especial sobre los vehículos nuevos que excede cierto límite de peso en vacío. Los propietarios de estos vehículos deben pagar un impuesto adicional por cada kilogramo extra de peso, lo que ha llevado a un enfoque más sostenible en la elección de vehículos.

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