Durante la temporada estival, numerosos conductores adoptan prácticas potencialmente peligrosas, que no solo ponen en riesgo a los ocupantes del vehículo, sino también a quienes comparten la vía con ellos. Además de los accidentes de tráfico, el verano también incrementa las probabilidades de incendios.
Es por esta razón que la Dirección General de Tráfico (DGT) enfatiza la importancia de evitar ciertos comportamientos al volante, con el objetivo de prevenir sanciones económicas y la pérdida de puntos en el carnet de conducir por parte de los agentes de tráfico.
Fumar mientras se conduce, no está prohibido por el reglamento, pero la DGT desaconseja esta acción, ya que aumenta en un gran porcentaje la probabilidad de accidente. Según las estadísticas, los conductores fumadores están implicados en el doble de accidentes en comparación con aquellos que no fuman.
La práctica de fumar al volante puede provocar distracciones, ya que se requiere una mano para sostener el cigarrillo, lo que afecta el control y la maniobrabilidad del vehículo. Además, el humo del cigarrillo reduce la visibilidad, agravando aún más la situación. Es por todas estas razones que los conductores que fuman pueden ser sancionados.
Además, durante la temporada de calor, aumenta el riesgo de incendios forestales, y las colillas abandonadas o arrojadas desde los coches en movimiento pueden ser causantes de estos incendios. Según estadísticas del Ministerio de Ambiente, el 3% de los incendios ocurridos en 2020 fueron originados por colillas.
La DGT, a través de sus comunicados en Twitter, advierte sobre esta peligrosa actitud: “Tirar una colilla por la ventanilla pone en riesgo la seguridad de otros usuarios de la vía, especialmente motoristas y ciclistas. Además, provoca incendios y contamina las vías y cunetas”. Esta acción puede ser sancionada con multas de hasta 500 euros y la retirada de 6 puntos del carnet de conducir.
Si el conductor no lleva calzado apropiado para la conducción o si conduce sin camiseta, se expone a una sanción, ya que el agente de tráfico puede considerar estas acciones como riesgosas para la conducción.
Una de las razones por las que se considera peligroso conducir sin camiseta, es por los materiales con los que está fabricado el coche. Cuando se produce un accidente, el cinturón actúa como sistema de retención para el conductor. Al frenar bruscamente, su roce contra la piel puede provocar quemaduras.
Aunque el código de circulación no menciona específicamente estas actitudes al volante, el Reglamento General de Circulación incluye algunos artículos que regulan estos comportamientos:
En el Artículo 3.1 se especifica que “Se deberá conducir con la diligencia y precaución necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno, cuidando de no poner en peligro, tanto al mismo conductor como a los demás ocupantes del vehículo y al resto de los usuarios de la vía. Queda terminantemente prohibido conducir de modo negligente o temerario”.
El Artículo 17.1, especifica que los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos o animales. Y en el Artículo 18.1 se establece que “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía”.
En base a estas regulaciones, los agentes pueden sancionar al conductor si consideran que está conduciendo de manera negligente. La multa por esta acción, calificada como grave, es de 200 euros.
